Estrategias para la prevención del estrés

Para comprender cómo manejar el estrés, primeramente, es importante tener claro a qué se refiere este término.

El estrés es un proceso natural y habitual de adaptación al medio, produce una activación fisiológica, alerta cognitiva, y agilización motora. Dedica los recursos de cada individuo para resolver determinadas situaciones que requieren de un mayor esfuerzo. Una vez conseguido el objetivo, habrá una desactivación, recuperando nuestro estado inicial; a partir de este momento, se pueden experimentar emociones negativas asociadas a pensamientos de pesimismo y emociones positivas (alegría o euforia). En sí, su naturaleza "no es maligna", ya que ayuda a afrontar los problemas diarios, poniendo en marcha los propios recursos; pero los síntomas patológicos asociados, sobrevienen cuando existe una sobreactivación, acarreando consecuencias para la salud.