¿Te preocupas constantemente por el futuro inmediato o a largo plazo, sobrepiensas un problema y no puedes dejar de hacerlo? ¿Quieres escapar de una situación porque percibes riesgos o peligros? ¿Te agitas o sientes que tus pensamientos son muy acelerados? ¿Es frecuente que presentes malestar gastrointestinal, estreñimiento o diarrea; aumento de la frecuencia cardíaca, temblores y/o sudoración?
¿Has experimentado desesperanza, desmotivación, desinterés, culpa, fatiga, insomnio o hipersomnia, cambios en el apetito y peso? ¿Inclusive, has pensado que sería mejor "acabar con todo"?
Si respondiste "SÍ" a dos o más de las preguntas anteriores, es probable que presentes algún trastorno relacionado a depresión o ansiedad. La buena noticia es que estas afecciones de salud mental son tratables.
El tratamiento para abordar los síntomas, lo puede brindar un psicoterapeuta experto en el área, quien en ocasiones, trabajará en conjunto con un psiquiatra que prescriba tratamiento farmacológico.
Para la ansiedad, la psicoterapia se enfoca en identificar los detonantes que producen temor o preocupación, minimizando los comportamientos o mecanismos evitativos y reestructurando los pensamientos asociados.
Para la depresión, el objetivo es gestionar las sensaciones de tristeza, soledad, vacío y desesperanza, aumentando los niveles de energía, teniendo impacto en la motivación y en la actitud hacia la vida.
Si ya identificaste que presentas estos síntomas y piensas que puedes necesitar ayuda para tratarlos, no dudes en acudir con un especialista de la salud mental.
*Si así lo deseas, puedes realizar los siguientes inventarios de ansiedad y depresión para tener un panorama más amplio de tu situación, pero recuerda que estos son únicamente de carácter orientativo, quien debe evaluar y establecer un diagnóstico, es un profesional de la salud mental capacitado para ello (psiquiatra y/o psicólogo clínico).